Home Institucional Madre de la Divina Providencia

Madre de la Divina Providencia

0
Madre de la Divina Providencia

La imagen de la Virgen María, Madre de la Divina Providencia, fue expuesta a la veneración pública en 1732, en la iglesia de los Santos Blas y Carlos, en Roma. En 1744, el Papa Benedicto XIV concedió a los Padres Barnabitas la celebración litúrgica solemne en su honor, y los Sumos Pontífices acudieron a ella especialmente en los momentos difíciles.

San Luis Guanella la veneró con profundo afecto, dedicándole la Congregación de las Mujeres, a la cual dio el título de “Hijas de Santa María de la Providencia”. Quiso que fuera la patrona de todas sus obras, presentándola a nosotros como “Nuestra querida Madre”. En el mundo guaneliano celebramos hoy, 12 de noviembre, el día de nuestra patrona principal.

En la vida de San Luis Guanella son incontables las ocasiones en que la Madre de la Divina Providencia intervino claramente en su obra. En el pago a los trabajadores, muchas veces, en el momento mismo del acierto, aparecían inesperadamente sumas de dinero… pagarés eran perdonados el mismo día de su vencimiento, sin explicación alguna. Considerables cantidades de alimentos llegaban justo a la hora del almuerzo, precisamente el día en que no había nada para alimentar a los muchos asistidos de su obra…

Guanella, sin embargo, insistía en un punto esencial: donde hay pecado, la Providencia no actúa. Si alguna casa siente la falta de la acción de la Providencia, alguien está en pecado, debe confesarse y convertirse. Si deseamos su ayuda, necesitamos buscar una vida de santidad todos los días.

Oración a la Madre de la Divina Providencia

Acuérdate Buena y Misericordiosísima Virgen María que nos has sido dada para ser nuestra Providencia. Llenos de confianza en tu patrocinio a ti recurrimos invocando tu ayuda en nuestras necesidades, a ti confiamos nuestras penas, Bendice nuestras aspiraciones. Protege la Santa Iglesia, nuestra Patria y nuestras Familias. Ampara a todos aquellos que acuden a ti, y aquellos que ya no saben recurrir a tu ayuda. Abre tu corazón tan bueno, depositario de nuestras penas, y porque Tú eres nuestra tierna Madre, Señora de la Providencia, acoge benigna nuestras oraciones. Amén.

¡Madre de la Divina Providencia, ruega por nosotros!  

DEIXE SEU COMENTÁRIO

Please enter your comment!
Por favor entre com seu nome aqui