
Reunidos en la mañana de este lunes, 28 de abril, los cardenales decidieron que la fecha de inicio del cónclave para la elección del 267º sucesor de Pedro será el día 7 de mayo.
Un cónclave es la reunión de los Cardenales de la Iglesia Católica para elegir a un nuevo Papa. El término “cónclave” proviene del latín cum clave, que significa “con llave”, haciendo referencia al lugar cerrado donde se reúnen los cardenales. Este encuentro tiene como objetivo elegir al sucesor de San Pedro, quien liderará a la Iglesia Católica en el mundo.
El período entre el fin de un pontificado y la elección de un nuevo Papa se llama sede vacante. Durante este tiempo, la Iglesia es administrada por el Cardenal Camarlengo, quien tiene la responsabilidad de cuidar los bienes y derechos de la Santa Sede, además de verificar oficialmente el fallecimiento del Papa. Es un tiempo de oración, expectativa y organización para toda la Iglesia.
Antes del inicio del cónclave, los cardenales se reúnen en Congregaciones Generales. En estas reuniones se discuten los principales desafíos que enfrenta la Iglesia y las cualidades deseables en el nuevo Papa. El Cardenal Decano preside estos encuentros, asegurando que todos estén bien preparados para la elección que impactará a toda la Iglesia.
Solo los Cardenales menores de 80 años tienen derecho a votar en el cónclave. La elección se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, en un ambiente de profundo silencio y secreto. Cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta. Para que un Papa sea elegido, debe recibir al menos dos tercios de los votos de los cardenales presentes.
Cuando un Papa es elegido, las papeletas de la votación se queman de tal manera que producen humo blanco, la tan esperada señal para los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y para todo el mundo. Es un momento de gran alegría y esperanza, pues indica que la Iglesia tiene un nuevo pastor.
El cónclave es un proceso solemne y profundamente espiritual, guiado por tradiciones seculares y por el deseo sincero de cumplir la voluntad de Dios. Cada detalle, cada etapa, está cuidadosamente regulada para asegurar que la elección del nuevo Papa se realice con justicia, discernimiento y oración. La elección del sucesor de San Pedro es uno de los momentos más importantes en la vida de la Iglesia Católica, un verdadero testimonio de fe y de unidad del pueblo de Dios.
Recemos por la Iglesia, que en este momento de sede vacante se prepara para elegir a su nuevo Sumo Pontífice.