Este lunes de la octava de Pascua, despertamos con la triste noticia del fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido a las 07:35 de la mañana, hora de Roma. El Cardenal Kevin Farrell, Camerlengo del Vaticano, dio la noticia a la Iglesia y al mundo con las siguientes palabras:

“Hermanos y hermanas, con profunda tristeza debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomiendo el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Trino.”

Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, nacido en Flores, Buenos Aires, fue el 266º Papa de la Iglesia, elegido el 13 de marzo de 2013, tras la renuncia del Papa Benedicto XVI. Fue el primer Papa jesuita, así como el primer latinoamericano. Antes de su elección papal, se convirtió en arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998 y fue elevado al cardenalato el 21 de febrero de 2001, por San Juan Pablo II, con el título de Cardenal-presbítero de San Roberto Belarmino.

El Papa Francisco nos deja un legado de fe y humildad. Luchó el buen combate, guardó la fe y ahora recibe su recompensa en la eternidad. Oremos por su descanso eterno, así como por toda la Iglesia y por el cónclave que elegirá al nuevo sucesor de la cátedra de Pedro.